Capitulo 9: Nubes
''Miedo. Os corroe, os domina, os obliga a esconderos. Temerosos de que os podéis encontrar, el miedo es la arma que se ha usado desde la antigüedad en este mundo para dominar a los humanos como borregos. Esa arma mortífera hace que no tengamos necesidad de armas para obligaros a hacer lo que queremos. Mas bien pensáis que os estamos haciendo un favor. Ingenuos... A veces se encuentra gente que supera ese miedo y consigue expresar lo que su corazón encierra, pero poca gente es capaz de hacerlo. Prefieren cobijarse al miedo, que es mas seguro. Yo no tengo miedo. No puedo sentirlo, pero si pudiera, tampoco tendría. Perdí el respeto hacia ese sentimiento. Se lo extirparía a todas las personas, una a una.''
Tengo ganas de acabar con esta farsa, pero debo esperar. Mi ambición calma mi nerviosismo, pero no creo poder aguantar mas. Le necesito.''
El domingo Xaros se lo pasó literalmente en el baño. Se sentía tan nerviosa y molesta después de aquel estúpido beso que aquellos nervios destrozaban su estomago, provocándole el vomito. El lunes tampoco fue al instituto, pero el martes la obligaron a ir. Le aterraba la idea de encontrarse con Viktor o Dilan. Pero un día u otro tenia que enfrentarse con ese miedo.
Se tomó el despertar del martes con tranquilidad, despertándose mas ponto para ir a un ritmo mas pausado. Llegó al instituto, donde sus amigas preguntaron porque faltó, y ella intento esquivar el tema. Parecía que Viktor no había venido. Xaros respiró aliviada.
Pero se equivocaba, este sujeto no había venido porque se había dormido, llegó una hora mas tarde, con los cabellos desordenados y el uniforme mal puesto. Para la desgracia de Xaros el día anterior les habían cambiado de sitios, y ahora tenia a Viktor detrás suyo. Podía notar su respiración, su mirada fija en ella, y eso le causaba un ardor de estomago. Cuando acabó la clase empezaba el patio Xaros tuvo el impulso de coger su bocadillo y largarse a toda pastilla, pero Viktor le aferró fuertemente del brazo. Se giró, temerosa por lo que pudiera decir.
-…- sus profundos ojos castaños daban algo de miedo.- Me puedes dejar los apuntes de la primera clase?- la muchacha se quedó unos segundos aturdida y asintió. Mientras abría su libreta notaba como se acercaba lentamente a su oreja y le susurraba débilmente.-Perdona por lo que hice. Pero parece que todo salió a gusto de todos...- Xaros levantó la vista. Sus rostros estaban muy cerca, pero ya no le importaba. No entendía lo que quería decir hasta que dirigió su mirada a otra dirección. Ella la siguió hasta encontrarse al sujeto que miraba. Dilan, los miraba con curiosidad.
-...Tendrá curiosidad. Nos vio cuando nos...tu me...bueno, nos vio y querrá saber si somos novios.- dijo solemne y con la cabeza baja, por la vergüenza.
-Xaros, yo...-
-Que esta pasando aquí?- interrumpió Dan mientras bebía un refresco. Xaros notaba como entre Dan y Viktor había una guerra de miradas asesinas. Ella se sentía cohibida ante ese duelo, así que lentamente se fue girando, pero Dilan ya se había ido. Bajo la mirada y se resignó.
Suspiró. Mirando el cielo azul en la azotea de el instituto, como esas esponjosas nubes volaban, sin preocuparse por nada. La brisa era cálida, ya que se acercaba lentamente el verano. Se había escapado un rato de Ruby y Dan, quería tiempo a solas, lo necesitaba.
-''Me gustaría se una nube...- pensaba con aburrimiento Xaros, mirando al cielo con curiosidad.- ''Podría ir donde quisiera, con tranquilidad. Nada importaría, ni trabajo, ni responsabilidades, ni...- suspiró de nuevo.- amores''-
El pequeño zorro blanco apareció de un salto y se acercó a la muchacha con tranquilidad. Cuando fue a abrir la boca para hablar la puerta se abrió, dejando ver a un chico de cabellos castaños. Su mirada era firme y seria. Xaros se sorprendió al verlo pero no cambió su postura. Tampoco le importó que Noah estuviera allí, ya que sabia que no lo podría ver, el zorro le había explicado que el es capaz de hacerse visible solo a la gente sin poderes que quisiera.
-Xaros, ya es la hora de volver la clase.- Dijo Viktor con dureza.
-...No quiero ir...-dijo perezosamente la muchacha. Noah se quedó mirando al chico con ojos vacíos, y este miraba con los mismos ojos a Xaros. Viktor se acercó con lentitud y se estiró al lado de la muchacha.
-Tanto lo amas que harías lo que fuera por el?- susurró el chico. Xaros cerró los ojos y suspiró por tercera vez.
-...Si, lo que fuera- Viktor se levantó precipitadamente y le extendió el brazo para ayudarla a levantarse. Xaros extendió el brazo pero el muchacho le hizo una finta y ella le puso cara enfadada. Se levantó de un salto y Viktor se giró con firmeza hacia ella.
-Que sepas que te amo!- exclamó Viktor con mirada seria, y Xaros se sonrojó. La dura expresión de Viktor cambió a unos ojos dulces y una pequeña sonrisa.-Pero que tu ames a otra persona no evita que yo sigua metiéndome contigo.-
Xaros mosqueada se lanzó encima de los hombros del muchacho, y entre risas y juegos se fueron a la salida. Se sentía aliviada, realmente apreciaba la amistad del muchacho y no quería que dejasen de pelearse por cualquier tontería, disfrutaba haciéndolo. Antes de cerrar la puerta, Viktor dirigió una fría mirada al exterior, donde estaba Noah, brillando su blanco pelaje a la luz del sol.
-...Muérete...-
En otra parte de la ciudad, en la biblioteca de la universidad, un chico de cabellos color miel corría de una banda a otra con montones de libros, preparándose para los exámenes finales. Se sentía estresado, y entre tantos libros sentía claustrofobia. Después recordó que no había estudiado Algebra y corrió hacia las estanterías. Se chocó contra alguien por culpa de sus millones de libros, que no permitían ver lo que tenia delante.
-Ah! Perdona, yo lo...-
-M-m-me gustas, t-te quiero!-
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