Deseo de Noah

Deseo de Noah

viernes, 26 de octubre de 2012

El deseo de Noah -Capitulo 19: Él-


Capitulo 19: Él

No sabia como usar un arma. Nunca había usado una y esperaba que nunca tuviera que usar una. Dilan se maldecía a si mismo por no poder hacer nada en la batalla aparte de esquivar los ataques. Esta supuesta ''Xaros'' le atacaba con una espada casi tan grande como él con una rapidez y agilidad inigualables mientras que él tendría que sacar una flecha, tensar el arco, apuntar y disparar. No tenia tiempo. Pero tenia que hacer algo, fuese lo que fuese, algo rápido, imprevisible. La espada se lanzó a sus pies y entonces una bombilla se le encendió. Saltó encima de la espada y se impulsó. En medio de el aire, sacó una flecha tras otra y disparó. Una rozó a la muchacha y las otras dos se perdieron en el infinito páramo  La chica se limpió la poca sangre que había surgido por el golpe de la flecha y la destruyó. Una vez en el suelo volvió a disparar una vez mas, al estar unos metros detrás de ella, ganaba algo de tiempo. Lanzó y la flecha le golpeó la mano, incrustándose. ''Xaros'' no gimió ni gritó. Solo se sacó la flecha y la herida se cerró.

-Intenta herirme, no lo conseguirás.- dijo con una sonrisa desquiciada mientras rompía la flecha en su puño.- De oscuridad es de lo que esta compuesto mi cuerpo.-

Noah golpeaba la cabeza del rubio burlón una y otra vez contra el suelo de aquel edificio donde habían aterrizado. Quería borrar esa horrible sonrisa. Con su muerte. Estaba desquiciado por la forma que había tomado. Comenzó a arrancarle las plumas, sin compasión, sin detenerse. Aquella forma falsa, acomplejada a un supuesto ángel se enrabiaba a niveles que nunca se habría llegado a imaginar. Odiaba a los ángeles. Resultaba irónico.
Se detuvo al instante al oler una olor familiar. Sus orejas se levantaron al sentirlo. Intentó buscarlo con la mirada, girando la cabeza a banda y banda. Ese hedor a demonio, le era tan parecido...

-Dan, los oscuros están empezando a escalar el edificio, cada vez son mas rápidos, ugh...- Vicktor se apartó el cuello de la camisa. Dan le lanzó la pistola que tenia ella. Era el momento de utilizar sus cuchillas. Los oscuros mas escurridizos llegaban hasta arriba del todo y allí Dan los cortaba por la mitad de un golpe seco y limpio. Saltaba encima de ellos y les clavaba aquellas filudas hojas.
-¡Solo no los dejes tocar a Luke, él no puede defenderse...!- Dan corrió y tomando impulso para saltar desde la espalda de Vicktor reventó un oscuro que se iba a lanzar encima suyo.- Y vigila lo que haces.-
El suelo volvió a sacudirse con fuerza. Otro edificio cayó. Pequeños oscuros escalaban edificios ajenos y desde allí saltaban hasta llegar donde ellos. Vicktor intentaba alejar lo máximo posible las criaturas de Luke y Dan se enfrentaba a tres grandes oscuros a la vez. Llevaba las de perder, aun reuniendo todas las fuerzas que le quedaban. Luke se aferró a la camisa de Vicktor.
-Por favor, Dios!- gritó entre lagrimas.-Haz que todo esto pare!- Como si de algún modo sus plegarias hubieran sido escuchadas, los oscuros cercanos a ellos desaparecieron en una nube de oscuridad. Los chicos, sorprendidos, no supieron como reaccionar.
-No soy Dios, pero soy lo que mas se aproxima a él...- dijo una voz aterciopelada. Todos se giraron en su dirección, sorprendidos. Iba descuidadamente vestido, con unos pantalones largos anchos y un chaleco abierto, sin ninguna camisa que cubriera su torso. Un cabello azul oscuro y corto y unos ojos amarillos adornaban esa sonrisa torcida y triunfadora. Su cabeza era portadora de unas largas orejas de zorro y de su pantalón salía una larga cola azul.
-¿...Eres un demonio?- exigió saber Vicktor. El misterioso chico rió estrambóticamente antes de suspirar y mirarlo con superioridad.
-Que mas da? Por una vez humanos y demonios estamos en el mismo bando...o parte de él.- Levantó la mano, señalando al zorro blanco.-Mi cometido es matarlo. No interfiráis simplemente.-
-Y el oscuro? Lo mataras también?- El chico de ojos amarillos miró a la rubia y le sonrió de forma grotesca.
-Os dará igual cuando la olvidéis.-

Noah avistó a la persona que esperaba. Apartó de un golpe al chico alado, dejándolo al borde del precipicio. Honey luchaba por levantarse, pero no sentía nada de su cuerpo. Los brazos, las piernas, los dedos de los pies, nada notaba aparte de un dolor extremo en su cabeza. Cerró los ojos y simplemente esperó su final.

-Tardaste en aparecer...- Le replicó el albino al otro zorro cuando este llegó a su lado. Los dos sonrieron de forma familiar y sarcástica, tomando distancias.
-Nunca pensé que llegarías tan lejos, Noah.- dijo el otro levantando los hombros en señal de indecisión.-Aunque siempre te estuvimos observando, desde tu primer movimiento, siempre supimos lo que hacías.-
-Porque no me detuvisteis?- Preguntó con una falsa curiosidad mientras, disimuladamente, llamaba con una mano a la oscuridad para que se acercase.
-Bueno...era interesante ver como intentabas manipular a la gente...aunque nunca lo conseguiste hacerlo bien...podríamos decir que si no hubiera sido por mi, hubieras tardado mucho mas en conseguirlo, pero era tan aburrido esperar~.- Se llevó las manos a la cabeza y sonrió dulcemente.-Y ver tu cara de desesperación...fue lo mejor. Nunca pensé que aquel zorro que contaban las antiguas leyendas fueras tú.-
-Pues si sabes que es lo que quiero...- El brazo de Noah se volvió negro y afilado. Era portador de una cuchilla enorme, empañada en oscuridad.-DEVUÉLVEMELO!-
-Y perderme la diversión?- Esquivó rápidamente el ataque y, sin que Noah pudiera verlo, se apareció detrás de él para pegarle una patada en la cara. Noah cayó al suelo fuertemente, y empezó a escupir unas motas de sangre. El otro zorro lo obligó a mantenerse a cuatro patas mientras sonreía victorioso.- Oh, que forma mas sumisa tienes, Noah! Como los viejos tiempos, recuerdas? Cuando eras un demonio negro! Idiota, no lo recuerdas? Da igual cuanto puedas manipular la realidad ahora...Yo puedo manipularla al completo, por eso puedo mantener mi forma verdadera en la tierra...solo llámame por mi titulo, como los demás. Solo susurra un ''Si, mi rey'' y todo estará perdonado...-

-¡Dan!- Vicktor corrió al lado de la chica, que miraba expectante la batalla entre los dos demonios.- ¿Quien crees que ganará?-
-¿O quien crees que debería ganar?- Corrigió Dan suspirando y cruzando los brazos con resignación - No lo se. Si Noah gana pasará lo peor pero si gana ese...demonio...¿Que querría decir con olvidarnos de ella? No tiene...-
El suelo se sacudió fuertemente, mas que las dos anteriores. El edificio donde estaban empezó a caerse violentamente, y donde estaban los demonios luchando se inclinó bastante. Dan cogió a los chicos por las muñecas para saltar a otro edificio, pero Honey estaba a punto de caerse. Se arriesgaron y corrieron para saltar donde los demonios batallaban.

Consiguieron que Honey no se cayera al vacío y observaron como el zorro azul tenia una espada gigante y apuntaba al cuello del zorro blanco. Cuando fue a clavársela un pequeño zorro negro se puso en medio y la espada lo atravesó limpiamente.
-¿Que...?- Noah, aturdido y confundido, miró a aquel zorro con lastima y curiosidad. Era aquel zorro que mas de una vez se le había aparecido. La oscuridad que contenía Xaros lo envolvió, para demostrar su cuerpo verdadero. Noah al ver su rostro cubierto de sangre intentó correr hacia él, pero cuando llegó su cuerpo se disipó entre una niebla oscura. Cayó de rodillas y su rostro se llenó de cristalinas lagrimas. se llevó las manos a la cabeza con desesperación.- ¡¡Que esta pasando!! ¡¿Como ha podido volver a suceder, como...!?- Miró con odio a su rey. Este se acercó lentamente para coger la espada.
-No lo sabias?- sonrió con victoria.-...Bueno, entonces acabemos con todo esto...- Saltó por encima de Noah y se abalanzó sobre el oscuro.

Dentro de aquella criatura gigante, dos personas batallaban de una forma muy artística, ni un desliz, ni un paso en falso, como una danza. Cuando el esquivaba, ella esquivaba. Como si pudieran anticipar el movimiento del otro. Dilan empezó a sentirse agotado. Torpemente intentó buscar una flecha en su espalda, pero solo consiguió aprisionar aire entre sus dedos.
''Xaros'' rió victoriosa intentando asestar el golpe final. Dilan saltó hacia atrás, buscando con la mirada alguna flecha, alguna salvación. No veía nada, todas estaban rotas. Resbaló con una flecha de el suelo y cayó de culo, a total merced de la muchacha que exigía su sangre. Era su perdición. ''Xaros'' sonrió y pareció susurrar una despedida, levantando con fiereza su espada. Dilan apartó el rostro y lo cubrió con sus manos, cerrando los ojos, esperando que aquella arma se clavase en su cuerpo y se llenara de su sangre.

Cuando volvió a abrirlos, la muchacha no se movió. Su cuerpo parecía paralizado. Su espada se cayó al suelo y empezó a escupir hileras de sangre negra. Cayó de rodillas al suelo, como si hubiera perdido su voluntad de moverse. Dilan le extendió los brazos ante su inevitable caída y ella apoyó su rostro en el pecho del rubio, llenándole la blanca camisa de un liquido denso y negro. Dilan solo la apoyó mejor en su pecho y le acarició levemente el cabello con ternura.
-Mi..Mierda...- decía entre bufidos y lamentos. La muchacha se intentó girar con esfuerzo para quedar boca arriba y mirar el inexistente cielo.- Han matado a ''Xaros''...me han matado...- Se pasó la mano por sus labios, la sangre le empezaba a dificultar el habla.- Este...significa mi final, Dilan?-
-Por fin crees que soy yo?- dijo con dulzura, jugueteando con su largo cabello, pasándolo entre sus dedos.
-Si.- rió y esbozó una sonrisa tímida.- Si no ya no seguirías aquí...- Levantó débilmente la mano para acariciar la mejilla del chico.- Dime Dilan...que hubiera pasado si te hubiera dicho que me gustabas? Podríamos haber sido felices y ahorrarnos este sufrimiento irreal? Dilan...- El rostro de Xaros se llenó de lagrimas ajenas.- Dilan, porque lloras?-
-Porque te echaré de menos.- susurro con un hilo de voz apenas audible. Su rostro era horriblemente tétrico y angustiado. Acercó su rostro al de la muchacha, sintiendo su respiración agitada en su cara. La sentía cada vez mas ligera, mas inexistente.-Si hubiera podido pedir un deseo...- El rubio se ahogaba en sus propias palabras, a falta de aire.-seria que nos volviéramos a reunir...-

La muchacha le limpió las lagrimas con dulzura y las puntas de sus dedos recorrieron los surcos de las lagrimas con lentitud. Estaba helada. Acercó mas su rostro al de ella. Pero ella ya no estaba allí, se había esfumado.

Aquel blanco tan puro se esfumó, volviendo al lugar donde había estado el oscuro. Las calles destrozadas, los edificios caídos, alguna que otra boca de agua expulsando liquido a presión. Dilan estaba tendido en medio de la destrozada carretera, aferrando algo pequeño y brillante en su mano izquierda.
Una muchacha pelirroja, al darse cuenta que los terremotos habían cesado, salió de su escondite. Había permanecido allí todo el tiempo, esperando su momento. Se acercó al chico inconsciente y abrió su mano y cogió la joya. Giró su cabeza y vio como un chico con orejas de zorro y cabello azul se aproximaba a ella. Esta, con respeto y miedo, buscó en su bolso, sacando un montón de papeles con cosas escritas en alguna extraña lengua. Se los lanzó todos juntos a aquel zorro. Este le sonrió a la muchacha y de un salto desapareció.

Un grito terrorífico invadió el silencioso lugar. Un grito de una muchacha rubia, vestida con una fina chaqueta, vaqueros y botas. Sentada en el suelo, se llevó las manos a su cara, escondiendo sus lágrimas. Un chico castaño la abrazaba a su lado. Tumbado en el suelo, un chico rubio, lleno de sangre y heridas, era atendido por otro muchacho. La rubia se mordió el labio inferior, negando lo obvio. El castaño levantó un poco la cabeza. Lucía horrible. La muchacha se limpió las lágrimas y miró al nublado cielo.
-¿Que...ha pasado?-
Vicktor se apartó de ella y la sacudió violentamente. No habló aunque sus labios lo intentasen. Su voz pareció haberse esfumado. Consiguió articular unas palabras con diferentes tonos.
-Ella...ha muerto...-
Dan sopló el mechón que caía por su cara y sonrió aun mirando hacia arriba.
-¿Quien?-
Vicktor se quedó congelado al escucharla y su piel se volvió pálida.  Por acto reflejo había dicho eso, pero entonces se dio cuenta que no albergaba ningún recuerdo de lo sucedido. Ni de la persona que llevaba perdidamente enamorado desde hace tanto tiempo.
 Nada.

viernes, 19 de octubre de 2012

El deseo de Noah -Capitulo 18: La batalla final-


Capitulo 18 -la batalla final-

Cuando Dilan volvió a reaccionar, notaba la brisa en su cara. Alguien lo sostenía de los brazos, dejando el resto de su cuerpo flotando en el aire. Miró hacia arriba y vio a un chico rubio con expresión realmente seria. Sus piernas hicieron contacto con un terreno solido al fin y miró alrededor. Tres compañeros de su clase le esperaban ahí. Estupefacto por todo lo acontecido, no sabia que decir. Se dio cuenta que sus piernas temblaban y fue rindiéndose hasta sentarse en el suelo.

-Como...? Dan? Luke? ...Vicktor?- Cuando este escuchó su nombre miró hacia otra banda. Dan rió fuertemente y se apartó el cabello de la frente.
-Vicktor quería atacar al oscuro a lo loco, con sus manos.- Dijo la rubia, suspirando. Su mirada cambió a una seria.- Honey, como esta la situación?-
-Al parecer...Xaros es el oscuro- nadie se atrevió a decir nada.- Ella guardaba demasiada oscuridad dentro suyo y al parece explotó, creando a ese...monstruo.- Todos callaron.
-Tenemos...- dijo al cabo de unos minutos, con la cabeza baja.-...que matarla?- Honey se mordió el labio inferior indeciso.
-Noah pretende destruir y matar, si es necesario. Solo nos quedaría...matarla.- Vicktor dio un respingo y replicó.
-No podemos hacer eso! A ella no!- El uni-alado se giró hacia el chico moreno con el rostro afligido.
-Acaso no lo entiendes!? Ese monstruo ya no es ella! XAROS YA HA MUERTO!- vociferó con rabia, respirando fuertemente. Luke le rodeó con su brazo, a modo de abrazo para que se calme. Todos guardaron silencio, nadie se miraba a los ojos.
-Pero...yo he escuchado su voz...- susurro Dilan, golpeando el suelo con su puño. -Yo he escuchado su voz! Pidiéndome auxilio! Ella sigue ahí, dentro de esa...cosa!- Honey arqueó una ceja y Dan directamente no entendía nada.
-Pudiste oír su...voz?- Honey se llevó una mano a la barbilla y se quedó pensativo.- Tal vez...ella no saco su oscuridad hacia fuera, tal vez...ella fue absorbida por ella? Su cuerpo sigue dentro de el oscuro?- al decir eso, su mirada se iluminó.- Si eso es posible aun hay una posibilidad! Dan, chicos, aun podemos...liberarla!-
-Que hay que hacer?- preguntó Dan empuñando su guadaña. Su arma ya estaba bastante resquebrajada del mal uso que hacia de ella, pero su espíritu lo hacia mella en ella.
-Dilan es el único que puede escucharla...lo tendrá que hacer él.- El rubio levantó la vista, perplejo. -Se de un método de...pasar nuestros poderes, los míos y los de Daniela a ti. Podemos...darte poderes y podrías entrar dentro del oscuro...lo harías?- Dilan se levantó, aun con las piernas temblandole y asintió con la cabeza.
Honey le extendió la mano a Dan y esta se la extendió a Dilan, creando un circulo de tres. Una aura roja envolvió a Honey, mientras que una azul recorría el cuerpo de Dan. Estas dos auras pasaron entre las manos entrelazadas de Dilan y chocaron, para luego fusionarse. Envolvieron al chico en todo su ser para luego abrirse cual vaina y salir con una ropas completamente distintas  Llevaba unos guantes y botas de cuero, una camisa blanca de manga corta y pantalones negros hasta las rodillas,y su cuello estaba rodeado por una corbata roja. En su espalda llevaba un carcaj con algunas flechas y un arco de madera con apariencia bastante resistente.
-Un arco y flechas...?- Dijo el rubio dubitativo ante esas armas. Un arco robusto y firme y un carcaj con, justamente, 13 flechas. Eran pocas así que debía aprovecharlas al máximo  Honey y Dan se sentaron en el suelo, respirando con dificultad.- Estáis bien?!-
-Tranquilo...- dijo Dan entre soplidos y bufidos.- Te hemos dado una gran cantidad de poder y estamos mas débiles ahora...pero no es nada, verdad?-
-Si...- Honey se puso de pie mientras acariciaba a un preocupado Luke.- Ahora...debemos abrir algún tipo de entrada dentro del oscuro...Dilan, lanza una flecha, puede que con tu poder abras una brecha dentro suyo y puedas entrar. Nosotros dos distraeremos a Noah.- Dan dudó. Ella tiene una arma de corta distancia y era peligroso. Una voz detrás suyo replicó.
-Yo también quiero ayudar!- rogó Vicktor. Honey suspiró y sacó sus dos pistolas. Le lanzo una a Vicktor y otra a Dan.
-Chico, haz lo que puedas para evitar que ese monstruo se acerque a la población, Dan, tu usa mi pistola para atacar y haz algo con esa guadaña, no te servirá de nada...yo me enfrentaré directamente con ese maldito demonio...- antes de levantar el vuelo otro chico le agarró de la muñeca. Su mirada, triste y llena de preocupación, reflejaba lo inutil e ignorante que se siente sobre todo lo que esta sucediendo. Abrió y cerró la boca, intentando decir algo, pero su voz no surgia. Honey sonrió y le despeinó cariñosamente con una mano mientras susurraba algo inaudible. El otro chico simplemente se quedó sin respiración y sonrió levemente.

Dan cogió la pistola y se la ató al cinturón de su cintura. Dubitativa  concentró todo el poder que le quedaba en su guadaña para finalmente romperla en dos. Ante la mirada estupefacta de los tres chicos, la arma plateada brilló intensidad y se pegaron a los brazos de Dan, creando dos afiladas cuchillas que salían de los costados de dichos brazos. Vicktor cogió su pistola y apuntó al oscuro, Honey levantó el vuelo y Dilan sacó una flecha y tensó su arco.

En suelo se sacudió violentamente, con una furia descontrolada. Un alto edificio a unos cuantos metros suyos cayó como si de gelatina se tratase, y pareció que el edificio donde estaban ellos perdió altura. Luke tropezó y cayó al suelo y Dan casi cae al abismo del suelo si no fuera porque Vicktor la sujetó fuertemente de la muñeca.
-Chicos, mirad.- susurró Dan observando hacia abajo cuando todo el temblor pasó.- El oscuro esta produciendo a partir de esa cosa negra que emana mini-oscuros. Pero nos podemos encargar de ellos, verdad, Vicktor?- El moreno sonrió tímidamente al cargar el arma. Dilan se alegró de que Vicktor estuviera junto a alguien que lo apreciaba tanto. Vicktor se giró hacia Dilan y este se tensó.
-Dilan...- Le sonrió de forma tímida y extraña.- Lo siento por todo, y salvala  Eres el único que puede.- Dilan le devolvió la sonrisa y volvió a tensar el arco.

La flecha se impregnó de una aura blanca y disparó. Lamentablemente la flecha se desvió de su trayectoria y se perdió de vista. Una flecha menos, le quedaban 12. Volvió a tensar el arco y como antes, la envolvió una mística energía blanca. Esta vez si acertó en el cuerpo del oscuro, pero en vez de perforarlo, en el exterior del cuerpo apareció un circulo blanco flotante, con dibujos abstractos y runas antiguas, de una lengua perdida, tal vez. Dilan miró a los demás chicos y estos asintieron. Dio cinco pasos hacia atrás y corrió, dando un majestuoso salto y cayendo justo en el centro de aquel circulo blanco, que se cerró inmediatamente después de que desapareciera el joven. Ahora el tiempo se movía contrarreloj. Los muchachos. La ciudad, el mundo tal vez, he incluso en la realidad donde vivían  todo dependía si ese demonio salia victorioso.

-Que ha sido eso?- gruño Noah, avistando un haz de luz en un costado del oscuro. Intentó sacar sus manos, empapadas en una masa pastosa de oscuridad, para investigar que fue eso cuando una voz le llamó. El albino se giró hacia ese ser uni-alado y sonrió al ver que no llevaban armas. El rubio solo extendió sus manos, vacilante. Noah también extendió sus brazos, dejando que esa masa oscura y viscosa resbalase por sus manos. -Ves todo esto? Toda esa oscuridad lo esta produciendo ella. Es como una energía ilimitada. Nunca se agota, siempre produce mas y mas oscuridad.- Noah realmente resaltaba, su blanco contrastaba la oscuridad que le rodeaba. Volvió a hundir sus manos en esa pasta y cogió un poco de ella. Esta oscuridad se pegaban a sus manos, dejandole moldearla a su gusto. Esa deforme oscuridad se convirtió en dos largos látigos  Los lanzó hacia el rubio y este los esquivo. Esquivaba uno tras otra, cada vez mas rápido  -Como puede...?! No te cansas?!-

-La verdad, no- rió Honey esquivando de forma burlesca.- Antes me sentía agotado, pero ahora es como si...tuviera incluso mas energía que al principio.- Un látigo le rozó la mejilla y se la arañó, dejando una pequeña mota de sangre. Solo se distrajo medio segundo. Solo medio. Entonces sintió como algo pastoso y afilado le perforaba el estomago, dejándolo sin respiración durante unos segundos.

-Que estas haciendo, Luke?- Le gritó Dan disparando a los oscuros que habían a bastantes metros hacia abajo. Era mejor matarlos en la distancia. El chico estaba sentado en el suelo, cerrando fuertemente los ojos y mantenía sus manos entrelazadas. Susurraba algo en voz baja.
-Le estoy rezando a Dios.- dijo en un hilo de voz y sin abrir los ojos.-Le rezo para darle poder a Honey...es lo único que puedo hacer.- Vicktor rió ostentosamente.
-Sabes que no existe ningún ''Dios''?- Siguió riendo y disparo a unos oscuros.- Si existiera un ser superior benevolente no hubiera dejado que pasase esto.-
-Puede que sea así  pero...- un estruendo se escuchó en dirección donde el demonio y el uni-alado estaban luchando. Aunque había dejado de tener una ala. Ahora tenia dos, una negra y otra blanca que le acababa de salir. Aun a la distancia que estaban, se podía ver claramente al chico que flotaba alrededor del oscuro sacándose un tentáculo oscuro que lo conectaba a él por el abdomen.- Honey...!!- El chico aterrado se levantó y Honey flaqueó.
-...Sigue rezando, imbécil !- le gritó Dan a Luke y este obedeció, sentándose de nuevo en el suelo y adoptando la pose de antes, con los ojos cerrados y juntando sus dedos. Dan respiró aliviada al ver que Honey recuperaba altura y tenia esa sonrisa burlona en su rostro.- Es increíble  Luke esta lleno de ambición y deseos. Esos deseos son la potencia de nosotros. Aun no teniendo esos deseos cristalizados es capaz de enviar su poder a otra persona...no me imagino el poder que hubiera tenido si fuera uno de nosotros...aunque no quisiera que lo hiciera una persona tan inocente como él.- Vicktor en silenció asintió.
-Como le va a Honey?- preguntó tímidamente Luke, al no poder mirar para mantener su concentración. Dan siguió disparando a los oscuros y Vicktor miró la pelea. Honey dijo algo, seguramente para burlarse de Noah, y el demonio, lleno de ira, saltó encima del alado y los dos cayeron con fuerza encima de un edificio.  Vicktor vaciló sobre que decirle.
-Va...genial! Honey, ya sabes, tan burlón como siempre.- Vicktor se preocupó por el rubio, pero tampoco en exceso. Por lo que había visto, sabia cuidarse solo y sabia que saldría de aquella. Ese pensamiento le llevó a otro, y de la preocupación se obligó a exteriorizarlo.- Que estará pasando con Dilan...?- Los tres chicos pararon y guardaron silencio ante la duda.

Un rubio armado con un arco apareció en un páramo blanco. No parecía ser finito. Buscaba por todos lados alguna señal de vida. Entre ese blanco distinguió una mota negra. No sabia lo que era, si una persona o un objeto, pero corrió hacia él. Era todo lo que había allí. Se acercó lo suficiente para distinguir la figura de una muchacha joven de cabello largo y marrón chocolate. Estaba llorando, cubriendo su rostro con sus manos. Iba vestida con un traje negro roto por los extremos.
-Xaros...?- La muchacha siguió gimoteando en silencio. Dilan le puso la mano en el hombro pero ella le golpeó la mano, apartándolo. Levantó la cabeza, enseñando su rostro y su extraña mirada.  La muchacha era idéntica a la chica que venia buscando el rubio, pero algo le decía que no era ella. O que ahora ella no era ella. La chica se fue levantando lentamente. Tenia los ojos impregnados en furia. Su vestido destrozado, estaba bastante abierto por la parte del pecho, dejando ver en el centro una perforación. Allí incrustado estaba una gema negra con forma de rombo.

-No me toques.- tajante, la morena limpió su arrugado vestido sin prestar especial atención al muchacho.-No quiero que un producto de mis mentiras me toque. No eres real. Como yo. No soy real.-
-Como que no eres real?- Dilan no entendía nada y Xaros suspiró. Extendió una mano, para que miré lo que le rodeaba, la nada.
-Este sitio es el corazón de mi ''yo'', de Xaros. Yo solo soy lo que queda de ella.- La extraña chica miró de arriba abajo al rubio.- Y tu seguramente seras lo que queda del sentimiento del ''amor''.-
-Que? No! Yo soy Dilan, el verdadero.- ''Xaros'' arqueó una ceja y enseñó una risa torcida.-He venido a salvarte, a liberarte de esta oscuridad.-
-Liberarme? De la oscuridad?- La chica rió sarcásticamente y acarició la gema incrustada en su ser.- Ahora mi ''yo'' es la oscuridad. No puedes salvarme de ella porque mi ''yo'' forma parte de él- De debajo de los flecos de su falda salieron dos espadas negras. Estas flotaban alrededor de ''Xaros'', como si ella fuera un planeta y las armas simples satélites -Pero si de verdad eres el verdadero Dilan...no te dejaré escapar vivo por todo el sufrimiento que nos has hecho pasar a ''nosotras''.- Levantó los brazos y las espadas se alzaron. Estas se fusionaron creando una gran espada enormemente grande y grotesca, controlada por una energía misteriosa. Con un movimiento de muñeca de la mano izquierda, la espada se movía al son de la chica.

-Puede que ahora Xaros o...lo que quede de ella me odie...- Sacó una flecha y tensó su arco.- Pero no me voy a ir de aquí con las manos vacías.-
La muchacha sonrió complacida.
-Muchacho incrédulo.-

viernes, 12 de octubre de 2012

El deseo de Noah -Capitulo 17: Orígenes-


Capitulo 17: Orígenes

Seguramente se estarán preguntando porque hago esto, porque me he rebelado. Todo tiene su origen en mi mismo, en mi propia creación. Primero he de reconocer que soy un demonio. Puede que un demonio de bajo rango, pero lo sigo siendo. Antes de que yo naciera hubo una guerra entre demonios y ángeles  causado por el deseo humano. Esas criaturas, tan banales y desprotegidas, eran un manjar. Nos alimentábamos a base de sus sentimientos, los embotellábamos y lo administrábamos  no solo porque eran nuestro alimento, ademas nos nutrían y nos daban cierto poder. El sentimiento mas delicioso era el ''miedo''. Los ángeles los protegían de nosotros y de nuestras oscuridad desde hace milenios. Pero hace unos miles de años se cansaron de luchar. Era una batalla perdida. Sabían que siempre habría mas demonios que ángeles y no paran de nacer nuevos por nuestra culpa. Un día sin previo aviso, abandonaron el mundo humano, refugiándose en su propio mundo, pero como ultimo castigo, nos lanzaron tres maldiciones. Una de ellas nos obligaba a tomar una forma simple y pasiva ante los ojos de los humanos.

Cuando entrabamos en el mundo humano obteníamos un cuerpo de animal pequeño. Nuestro poder como demonios era casi ilimitado, capaces de moldear la realidad de los humanos. Aun que solo los de mas alto rango son capaces de moldear la realidad a su gusto, para los jóvenes es posible hacer un pequeño cambio, y le pusimos el nombre de ''Deseo''. Si un humano nos donaba su miedo, le daríamos un ''Deseo'', deformar su realidad, no podíamos hacer un exceso de esa deformidad, pero nos bastaba. Obviamente todos ellos acababan muertos, pero su ''alma oscura'' por haber sucumbido ante nosotros seguía allí. Así es como se formó los primeros oscuros. Esos oscuros eran el ''desecho'' del cuerpo después de ser comido y se llevaban las joyas. Era la segunda maldición de los ángeles. Así que cambiamos el trato hacia los humanos, si ellos derrotaban oscuros, les daríamos el ''Deseo''.

Cuando yo nací, no tenia recuerdos. Solo era un soldado, alguien a quien darle ordenes. Me llamaron Noah y era un animal negro como los demás de mi especie. Mis primeras misiones al mundo humano fueron normales, siempre volvía con una gema oscura. Hasta que me encontré a un chico, alguien que mas que caer en la oscuridad, la buscaba desesperadamente. Ese joven chico, rondando los 15 o 16 años no estaba muy agraciado con la diosa fortuna. Su hermana pequeña estaba gravemente enferma, rozando la muerte, y él era su única familia, fueron abandonados a su suerte en la calle. Ese muchacho deseaba con todas sus fuerzas que su hermana se recuperase. Yo no me negué y le di los poderes. A cambio de sus miedos, cristalizados y preparados para ser devorados mas tarde, cuando dejen totalmente el cuerpo del muchacho, empezó a matar oscuros, sin descanso. Su cuerpo sucumbía antes al cansancio que a la oscuridad, pero, milagrosamente, los venció a todos, los 1000 oscuros del trato.

Yo estaba maravillado, era la primera persona que conseguía hacerlo. Pero aunque su hermana recuperara la salud, el estaba lo suficiente ahogado en oscuridad para vivir. El, estirado en un oscuro callejón nevado, me miraba con dulzura, y yo miraba su joya, un colgante azul, que rebosaba oscuridad. Me acerqué a él, sabia que él comprendía la situación, que lo había manipulado, pero el me acarició con ternura.
-Noah...- susurró. Era la primera vez que escuchaba mi nombre de los labios de un humano, o eso recordaba.-Tu no tienes ningún deseo?- entonces me planteé mi vida, todo lo que había echo hasta ahora, de que servia? Valía la pena arrebatarles las vidas a estas ovejas? Notó que su comentario me había echo replantear muchas cosas, y apretó los dientes, esbozando una sonrisa torcida.

Antes de que pudiera replicar, ese chico se revolcó en el suelo, con espasmos y ahogando sus gritos de dolor. Un grito desgarrador rompió el silencio de la ciudad en invierno, y de su espalda salió un gran aura negra, tomando una forma grotesca. La oscuridad se compactó y apartó de un golpe su cuerpo humano y fue a tomar la joya azul. Yo me abalancé sobre él y lo mordí, obteniendo la joya, para después esconderme en un recoveco que yo mismo cree. Me puse el colgante y esperé a que el oscuro se fuera. Cuando se alejó, salí de mi escondrijo y fui a ver ese cuerpo inerte del muchacho, la espalda completamente desgarrada y la nieve manchada de sangre.
-Hyuu...- susurré su nombre. Empezó a llover, como si el cielo lo echara de menos. Las gotas caían en mi cuerpo, purificandolo y dándole un color como la nieve. Empecé a sentirlo todo. Eso que no comprendía  Dolor, Odio, Tristeza, Amor. Ahora recorrían mi cuerpo, calentándolo y dándole un nuevo tono. Mis lagrimas se mezclaban con la lluvia mientras no para de repetir el nombre de el joven entre sollozos .-Hyuu! Hyuu! Ya se cual es mi deseo...!-

Desde ese día busqué a una persona indicada. Y la encontré. La manipulé y la oscuridad la consumió y no me arrepiento de ello. Gracias a la oscuridad que emana de ella, mis poderes aumentaron  devolviendo mi cuerpo original. Con mi nuevo poder, rompí el cristal de la doble realidad. Un ''pliegue'' de esa realidad era donde eran capaces de verse a los oscuros. Los demonios estamos en el ecuador de estos dos pliegues,  mientras que las personas ''saltan'' de un pliegue a otro por medio de la trasformación e incluso hay uno que crea ''oberturas'' entre pliegues para poder mirar a través de este. Al romper este cristal, el oscuro fue visible a la gente corriente, justamente como yo quería  Escampar el temor entre la población, destruir unos edificios quizás e incluso matar un par de personas. Solo necesito que ''él'' se presente. Y cuando lo haga me da igual cuanto poder tenga o tan importante sea, lo derrotaré.

Apretaba mas fuerte mis uñas a ese cuerpo del oscuro al pensar en la destrucción. Haré lo que haga falta, porque el fue quien me dio la vida, y ahora yo quiero devolvérsela -Mi deseo es...que Hyuu vuelva a la vida!-

viernes, 5 de octubre de 2012

El deseo de Noah -Capitulo 16: Odio-


Capitulo 16: Odio

''...Hyuu...casi puedo verte...solo espera un poco mas...ya casi todo esta listo...iré a por ti...''

[Viktor$mall]
''Oye...no te gustara ella, verdad?''
[Di-Di]
'' (?) Que pasa, hay algún problema?''
''Ni que te gustara a ti, lol''
''Bueno, últimamente has estado muy raro, te pasa algo a ti con esa chica?''
[Viktor$mall]
''Si, tengo un problema''
''Pero responde, te gusta ella, te gusta Ruby?''
[Di-Di]
''…''
''Si''
''Es muy linda''
''Me gusta bastante''
''Eh? Sigues ahí? Hola? Viktor?''

La chica de cabellos castaños miraba la pantalla, sus mejillas tenían unos surcos donde las lagrimas pasaban sin esfuerzo. Se retiró las gafas y se frotó los ojos con insistencia, pero aunque quisiese, sus lagrimas se negaban a detenerse. Noah, sentado a la otra banda del escritorio, la miraba. Él le había dicho que si quería asegurarse podría hackear la cuenta de Viktor y preguntarle directamente a Dilan si le gustaba Ruby. Ahora se arrepentía de haberlo echo. Aunque su pulso no era firme, volvió a teclear.

[Viktor$mall]
''entonces...''
''Xaros nunca te gustó?''
[Di-Di]
''LOL''
''No se de donde sacas eso xD''
''La chica es linda, pero...que va''
''Hoy estas extraño, porque preguntas eso?''
[Viktor$mall se ha desconectado]

-Te mintió.- susurró el animal.-Te ha estado mintiendo todo este tiempo, haciendo creer que le gustabas- Xaros solo miraba al suelo, dejando caer mas lagrimas.- Eh, mírame - Obedeció y miró al animal a la cara. Noah avistó lo que quería ver, una joya oscura por un corazón herido.- No te parece horrible lo que ha hecho, eh?- Xaros asintió con las pocas fuerzas que le quedaban.-Xaros, abandona este cuerpo inútil ..abandona ese corazón que no para de hacerte sufrir y abraza a la oscuridad que emana de ti.-
-Eh?- cuando miró alrededor de su cuerpo salia una sombra negra, que cada vez se hacia mas grande y solida.
-Acéptala y...no tendrás que aguantar mas mentiras.- Xaros cerró los ojos y lentamente fue atrapando en sus brazos a ese ser oscuro que se estaba formando. Lo siguiente que sintió la muchacha fue un dolor agudo, como si le estuvieran desgarrando la piel, pero ella abrazó con mas fuerza la sombra, haciendo que esta fuera absorbiendo a la chica dentro suyo. Antes de ser absorbida del todo Xaros dirigió una mirada dolorida a Noah y este le devolvió una sonrisa retorcida. Entonces se dio cuenta lo que estaba haciendo.

Empezaba a atardecer y el otoño había echo entrada dejando todos los arboles sin hojas, todas estas en el suelo, doradas y marrones, en grandes montones de ellas. Xaros siempre jugaba horas con ellas, pero ahora ya no estaba allí para hacerlo. Dan tecleaba con insistencia en su móvil  pero sin obtener nada que le gustase, resultado que lo tirase unos metros como castigo.
-''Donde cojones se ha metido esa Xaros?''- pensaba dando vueltas en círculos -''Ayer me dijo que quedaríamos en el parque hace una hora y que después iba a hacer unas cosas en el ordenador y...ARGH!''- gritaba interiormente, frotándose la cabeza. Sintió un temblor, pero no parecía un terremoto. Cada vez las notaba mas fuertes, las vibraciones. Levantó la cabeza, buscando el culpable es eso pero no llegó a ver nada. Su móvil vibró en el bolsillo y lo sacó. Era un mensaje de Honey y decía ''Oscuro''.
Miró alrededor y se metió en un callejón. Salió a saltos con su traje azul y subió hasta un tejado de un edificio, empuñando su guadaña. Miró alrededor y entonces lo vió, el oscuro mas grande que había visto antes. Era 10 veces mas grande que un edificio y recordaba vagamente en tamaño a Godzilla, o esa era la bufona comparación de Dan.

-Dan!- gritó una voz en el cielo. Honey bajó el vuelo y se puso a su lado.-Has visto a Xaros? No responde mis llamadas...-
-Las mías tampoco.- se miraron extrañados y después miraron al descomunal oscuro. Este levantó las manos y las golpeó, creando una onda expansiva que volvió el cielo oscuro. Escucharon algo romperse, como un cristal, partiéndose en mil pedazos y los dos chicos instintivamente se llevaron las manos a la cabeza ante los inexistentes cristales. Apartaron los brazos, confusos y agudizaron el odio. Eran gritos. Miraron hacia abajo, toda la gente de la calle huía en la dirección contraria al monstruo.-Como!?-
-Es...Imposible!- exclamó Honey.- Como pueden...oh, no...- Honey levantó el vuelo y velozmente llegó donde el oscuro.- NOAH!- sus ojos enfocaron la cosa blanca que había encima del oscuro.-Como...tu?-
El animal, o lo que quedaba de el rió. Se levantó entre la oscuridad que lo rodeaba, enseñando su nuevo y pálido cuerpo humano, con unos centelleantes ojos rojos y un collar celeste rodeandole el cuello. Aunque parecía completamente humano, aun mantenía rasgos de animal, como sus orejas y su larga y pomposa cola.
-Sorprendido?- rió fuertemente y clavó las garras en el oscuro.- Atacalo!- El oscuro obedeció y fue a por Honey, con ataques muy precisos.- Esto es lo que pasa cuando dejas que la oscuridad te domine! Te conviertes en un oscuro!.- sonrió con picardia y locura, mientras veía a Honey esquivar todos los ataques con dificultad.-Ella cayó en mi trampa, solo tuve que manipular los recuerdos de Dilan para que ella creyera...!- Entonces Honey cayó en quien era el oscuro. Una lagrima resbaló por su mejilla.
-...Xaros?- Al distraerse, el oscuro le golpeó fuertemente, cayendo y golpeándose contra el asfalto. Alguien corrió a su dirección, contrariamente a la que iba toda la gente y ayudó al uni-alado.
-Honey...?- exclamó una voz familiar. Honey fue abriendo los ojos con cansancio y encontró un rostro marcado por el horror.-Como...tu...estas ropas tan extrañas...y tienes una ala?-
-Luke, huye de aquí!- Le gritó Honey, pero Luke negó con la cabeza. El oscuro se acercaba, asi que se aferró a Luke y se lo llevó volando a un sitio mas seguro.

Desde una azotea, Dan pensaba sin parar. Daba vueltas en círculos, mirando al suelo profundamente.
-''Algo aquí no encaja...Xaros, ese oscuro raramente fuerte, Noah...''- se acercó al borde, mirando a la calles inferiores.-''Todo esto esta interconectado. Noah no deja nada al azar. Lo se...Eh?!- observó con mas detenimiento la calle de abajo. Ese cabello le sonaba, ese color chocolate. Corría sin parar hacia el gran oscuro. -VICKTOR?!- El moreno miró hacia los lados, sin encontrar ningún rostro conocido. -Aquí arriba! Aquí!- Vicktor, como sospechaba Dan, miró hacia arriba con rostro extrañado. Cuando reconoció a la chica, la saludó con una mano. -Que se supone que vas a hacer delante del oscuro!?- Vicktor sonrió al escuchar la pregunta.
-Matarlo!-
-Pero como?!-
-No lo se!- Vicktor echó a correr antes de que Dan pudiera decir nada mas. Dan sabia que debía pararlo, y bajar de donde estaba lo mas rápido posible.
Solo se le ocurría una idea. Se tiró edificio abajo. Mientras, caía  bastante pegada al muro del edificio, observaba como Vicktor se acercaba cada vez mas al oscuro. Cuando faltaban un par de metros para golpearse contra el duro cemento golpeó su guadaña contra el edificio y esta fue disminuyendo su velocidad. Cuando su frente rozó el suelo, supo que se había detenido del todo. Sacó con dificultad su guadaña incrustada en la pared y corrió con todas sus fuerzas detrás del chico.

-Uh? Ruby, escuchaste ese ruido?- dijo Dilan a la chica que le tenia cogida la mano. La chica de cabellos rojizos se mantuvo en silencio y negó con la cabeza. -Umm...que raro.-
Los dos jovenes chicos estaban en su primera cita. Ruby le había dicho de ir a pasear, si o si. Le gustaba pasear en otoño y ver las hojas caer. Dilan no le importaba en absoluto.Extrañado, empezó a escuchar unos leves susurros.
-''Di...Dilan...yo, a ti...siempre...tu me...- Dilan se giró y miró a Ruby, pero esta estaba hablando con una chica que se había encontrado. Dilan, desconcertado, intentó encontrar la fuente de aquella voz que le hablaba.-No me busques, ya me he muerto. Pero yo...quiero decírtelo ..mi corazón ya no esta conmigo pero...yo aun...-
-No...- Dilan empezó a recordarlo todo. Aquel zorro...le borro los recuerdos que tenia de ella, lo vio  hace unas noches, con aquella sonrisa maquiavelica. Cuando empezó a sentir ese cosquilleo cuando la veía sonreír y esa tristeza cuando la veía con un chico y los había substituido por recuerdos de la pelirroja, que apenas la conocía  -Ella...esta sufriendo...por mi?- Un temblor y un quebradizo golpe de cristales resonó y después las calles se llenaron de gritos y gente corriendo. Dilan alarmado corrió a la dirección opuesta sin hacer caso de los gritos de la pelirroja. Sus ojos se abrieron, fascinados, cuando se encontró a la gran criatura negra.
-Xaros!- gritó el chico con todas sus fuerzas. El oscuro se giró en su dirección, confundido.-Xaros...soy yo, Dilan!- el oscuro pareció detenerse por unos segundos.
-Imbécil, tu voz ya no llega a ella.- Una voz resonó acompañada por una risa malévola.- Mátalo.-